¡Buenas tardes!
La presente temporada está a punto de comenzar y desde el club queremos poner en marcha el mayor número de categorÃas posibles. Por ello, os dejamos la información de la campaña 2017/2018 para que animéis a vuestr@s hij@s a disfrutar de uno de los deportes más demandados de la zona.
Apuntar a los peques de la casa es muy sencillo y, con ello, fomentaréis valores como la cohesión de grupo, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la regulación de emociones y un sinfÃn de buenas prácticas que se desarrollan dentro y fuera del terreno de juego.
¿A qué estáis esperando? AnÃmate, ¡estamos deseando conoceros!
Os dejamos una magnÃfica reflexión para motivaros un poco más 🙂
¡Gracias por acompañarnos en este nuevo camino!
“Un amigo me preguntó:
– ¿Por qué gastas tanto dinero para que tu hijo entrene FÚTBOL?
+ Bueno, tengo una confesión que hacer, yo no pago para que mi hijo entrene Fútbol. Personalmente, no podrÃa importarme menos el FÚTBOL
– Y, si no estás pagando por el FÚTBOL, por qué lo haces?
+
 Pago por esas mil sonrisas que me regala el dÃa de entrenamiento.
 Pago por esos momentos en que mi hijo vuelve tan feliz de jugar que contagia alegrÃa a mi familia.
 Pago por esos dÃas que viene de la escuela demasiado cansado para ir a entrenar, pero va de todas formas, porque es un compromiso, y sabe que no puede fallarle al equipo.
 Pago para que mi hijo aprenda a ser disciplinado.
 Pago para que mi hijo aprenda a cuidar su cuerpo y su mente.
 Pago para que mi hijo aprenda a trabajar con los demás y sea un buen compañero.
 Pago para que mi hijo aprenda a lidiar con la decepción cuando no obtiene lo que esperaba, y que entienda que debe esforzarse más aún.
 Pago para que mi hijo sobrepase los obstáculos de la vida y aprenda a alcanzar todos sus objetivos.
 Pago para que nunca olvide que el éxito no ocurre de la noche a la mañana y para que entienda que necesita horas y horas de trabajo duro para mejorar en lo que se proponga.
 Pago por la oportunidad que tendrá mi hijo de hacer amistades para toda la vida.
 Pago para que mi hijo esté sobre el campo de juego y no frente al televisor, al celular o en la esquina “haciendo nada”.
 Pago para que aprenda a ser humilde en el triunfo y digno en la derrota.
 Pago para que aprenda valores que lo conviertan en una persona de bien el dÃa de mañana.
PodrÃa seguir pero, para ser breve, no pago por el fútbol, sino que lo hago por las oportunidades que le ofrece este deporte a mi hijo de desarrollar habilidades que le serán fundamentales en su crecimiento, para que los valores que pretendemos enseñarme en casa sean reforzados en el fútbol y lo acompañen para toda la vida. Y, por lo que he visto ahora, creo que es mi mejor inversión.”