Las lesiones más frecuentes en el Fútbol

Las lesiones más frecuentes en el fútbol

Un futbolista está altamente expuesto a lesiones, sea en práctica profesional, jugando un partido oficial o simplemente de forma recreativa. La velocidad, la potencia, los saltos y los exigentes cambios de dirección durante el juego le obligan a absorber cargas de alto impacto, especialmente en las rodillas, los pies y la pelvis.

Una prueba de la alta posibilidad de lesión en los futbolistas es la de Alan Dzagoev, volante de la Selección de Rusia, quien no llegó ni a jugar media hora del partido inaugural del Mundial por un fuerte dolor en la parte posterior del muslo izquierdo.

De acuerdo con Felipe Daza, Médico del Deporte y director de Bodytech Sports Medicine, entre las lesiones más frecuentes en el fútbol se encuentran los esguinces de rodilla y tobillo, los desgarros y roturas de meniscos, los desgarros y roturas de los ligamentos cruzados de la rodilla (anterior y posterior) y la pubalgia.

Las lesiones más frecuentes

Rotura de Tibia y Peroné

Las fracturas de tibia y peroné pueden dividirse en cuatro grupos principales. Los dos primeros grupos incluyen las fracturas más frecuentes y con mayor frecuencia asociadas a la práctica de algún deporte: las fracturas de tobillo y las fracturas de meseta tibial. Los otros dos grupos son las fracturas diafisarias de tibia (en las que la tibia se rompe por encima del tobillo pero por debajo de la rodilla) y las fracturas de pilón tibial (en las que la tibia se rompe alrededor de la articulación del tobillo).
La prioridad de nuestro equipo médico es lograr que el paciente recupere la mayor funcionalidad y la mejor calidad de vida posible; para conseguirlo, es fundamental restablecer al máximo la anatomía del hueso fracturado. En fracturas en las que las articulaciones hayan resultado afectadas, dicha reconstrucción anatómica resulta aún más relevante si cabe, ya que cualquier pequeña alteración en la reconstrucción del hueso puede afectar la funcionalidad de la articulación en cuestión.
En el tratamiento de las fracturas de tibia y peroné utilizamos la tecnología más puntera y los sistemas más avanzados de osteosíntesis -tratamiento quirúrgico que permite reducir y fijar las fracturas de forma estable-, empleando los materiales más adecuados en función del tipo de fractura y las características particulares del paciente: clavos intramedulares (clavos que actúan como una férula, fijan el hueso por varios puntos e impiden el movimiento de los fragmentos), la combinación de placas y tornillos de reconstrucción o, si la fractura así lo requiere, tornillos sin necesidad de placas.

El esguince de tobillo
Se produce cuando esa parte del cuerpo gira, se dobla o se flexiona de forma no natural. Si el impacto sobre la articulación es muy alto se pueden producir hasta rupturas. “Los esguinces de tobillo son más comunes por giros involuntarios, canchas en mal estado o patadas directas en la zona”, comentó el Doctor Daza. Los peroneos que son los ligamentos que protegen los tobillos sangran al romperse las fibras e inflaman los tejidos lo que causa una incapacidad inmediata. Dependiendo de las zonas comprometidas puede ir de primer a tercer grado. Normalmente el grado tres implica inestabilidad crónica de tobillo y es necesario operar. El periodo de recuperación de este tipo de lesiones depende de la gravedad de dicha lesión,  pero en promedio puede comprender periodos entre 20 y 40 días.

Los desgarros y roturas de los meniscos
Los meniscos son amortiguadores de las cargas que recibe la rodilla. Las sobrecargas y giros los pueden romper ocasionando inflamación y roturas e impidiendo la movilidad. Según explica el especialista “dependiendo del grado de lesión éstos se recuperan bajo una artroscopia destinada a la remodelación o a la sutura del menisco”.

Desgarro o rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla.

Estos ligamentos están en la articulación de la rodilla, son los más internos y se llaman cruzados porque forman una equis en la rodilla. La lesión se produce por cambios en el movimiento, golpe o campo en mal estado y sucede cuando el pie queda fijo y la rodilla gira hacia uno de los lados. Se puede romper el posterior o el anterior siendo éste el más perjudicado al ser más corto. Según Daza esta lesión en un deportista de alto rendimiento requiere tratamiento quirúrgico con injerto de tendón, su recuperación es en promedio de 9 meses y en el 80% de los casos los jugadores no vuelven a tener el mismo nivel físico.

Por último tenemos
la pubalgia

Una de las lesiones más dolorosas del deporte y que han padecido figuras como Juan Guillermo Cuadrado, Messi, Kaka, entre otras estrellas. Se trata de un trastorno doloroso e inflamatorio que afecta la ingle y la zona púbica. Es una inflación de los músculos que se insertan en el pubis que pueden ser en la parte superior (abdominales) o en la inferior (aductores). Generalmente los que sufren esta lesión son los jugadores que hacen cambios súbitos de dirección. De acuerdo con Daza el tratamiento puede tardar entre 3 y 9 meses.
Proceso de recuperación

Recuperarse y volver a las canchas requiere seguir las etapas propias de una buena rehabilitación. Según Daza este proceso implica inmovilización hasta por un mes dependiendo de la lesión y el tipo de cirugía, terapia sedativa y antiinflamatoria para posteriormente comenzar con ejercicios progresivos de fuerza y estiramientos.
Una vez comience la cicatrización del ligamento se deben hacer trabajos de los músculos alrededor de éste con ejercicios controlados de la fuerza, así como de estabilidad de la articulación implicada.

Aplicadas estas fases, el fisioterapeuta sale al campo con el jugador y hace ejercicios de campo apartado del equipo y evalúa las habilidades motoras como manejo de balón, saltos y pliometrías. Después de este proceso el médico del deporte y el fisioterapeuta evalúan si el jugador puede volver a integrarse al equipo. Es importante aclarar que si los ciclos no se respetan hay un mayor riesgo de lesionarse.